jueves, 17 de noviembre de 2016

A ti....

A ti, te abandono un día más.
Querida madre de la soledad, te dejo marchar.
A ti, la que cuidas de nosotros.
La que consoló tantos lloros.
A ti, la que cumpliste la promesa que Dios un día me hizo.
A ti, la que lucías hasta en el portal de aquella casa.
A ti, que tanto me diste… te dejo en soledad.
Te dejo en soledad, te dejo en soledad.
¡Oh Virgen tan popular!
Sigue cuidando, yo seguiré entrado.

Te abandono un día más.